Home Spa: las mejores mascarillas caseras
¡Es viernes y el cuerpo lo sabe! Hoy os traigo mis mascarillas caseras favoritas. Son ideales para desconectar un rato del mundo y dedicarnos un rato a nosotros mismos. Una mascarilla, una taza de té caliente, un libro o una serie y ¡listo! ya tenemos planazo de desconexión.
Las tres mascarillas son súper fáciles y sencillas de hacer, se hacen con ingredientes que solemos tener en casa, son naturales y ¡aprobadas por dermatólogos! Lo cual las hace perfectas.
Mascarillas caseras
Mascarilla casera de avena
La primera de las mascarillas caseras que os traigo hoy, es la de avena. Los únicos ingredientes que vas a necesitar son avena y agua. Ya está. El proceso de preparación es muy sencillo: coges una cucharada de avena y la echas en un bol. Le añades un poquito de agua tibia y lo dejas reposar unos 5 minutos mientras la avena absorbe el agua.
Una vez pasados los 5 minutos, tendremos una masa más homogénea, así que ya te lo podrás aplicar en la cara. Para hacerlo tienes varias opciones: con una cuchara, con una brocha de maquillaje (limpia) o, como a mí me gusta más, con los dedos.
Lo ideal es cubrirte toda la cara con esta pasta, especialmente las zonas donde tengas más granitos o se te acumule más grasa e imperfecciones. Lo dejas reposar unos 15-20 minutos y lo retiras con agua tibia.
Esta mascarilla es una maravilla, te dejará la piel súper suave, limpia y brillante. La avena actúa como un exfoliante natural, hace una limpieza en profundidad de la piel y la desinflama.
Mascarilla de miel
La segunda de mis mascarillas caseras favoritas es la más fácil de hacer, pero aviso, es la que más pringa de todas. El único ingrediente que vas a necesitar es miel. Eso sí, cuanto más pura sea la miel, mejor. El proceso es el siguiente: añades una cucharadita de miel en un bol y con una cuchara, una brocha de maquillaje (limpia), o con las yemas de los dedos, te la aplicas por toda la cara. Te la dejas actuar durante unos 15-20 minutos y la retiras con agua tibia.
Además de hidratar y cuidar la piel, la miel es antibacteriana, equilibra la producción de grasa, limpia en profundidad, actúa como un exfoliante natural, es antiinflamatoria y combate el acné. Por lo que con esta mascarilla, te quedará una piel espectacular. Para mí, es mi favorita. Eso sí, durante los 15-20 minutos que la llevas encima, vas goteando todo el tiempo.
Mascarilla de arcilla verde
La última de las mascarillas que os traigo hoy es la que, tal vez, si que tenéis que ir a un herbolario para encontrar el ingrediente, pero es igual de sencilla que las demás. Es la mascarilla de arcilla verde. Su preparación es muy sencilla: echas una cuchara de arcilla en un bol y un poco de agua. Lo mezclas hasta que sea una pasta homogénea y te lo aplicas en la cara. Para esta mascarilla, recomiendo hacerlo directamente con las manos, aunque también puedes una brocha de maquillaje. La dejas reposar hasta que la arcilla se te haya secado completamente en la cara y luego la retiras con agua tibia.
La arcilla verde tiene un efecto purificante y antibacteriano para la piel. Además de limpiarla en profundidad, absorbe la grasa de manera natural, es antiinflamatoria y relajante.
Es recomendable hacer una de estas mascarillas, al menos, una vez a la semana para un mejor cuidado de la piel y para que tengan más efectividad.
Si os hacéis alguna de estas mascarillas, no olvidéis dejármelo en los comentarios o etiquetadme en mi instagram (@m.atram) y me lo hacéis saber.
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