Yogur vegano de garbanzos. Receta fácil, sin soja ni yogurtera
Hoy te quiero compartir una receta que descubrí hace un tiempo y que me fascinó. Es una alternativa vegana al yogur. Es un yogur vegano de garbanzos. Sí, como lo lees, de garbanzos. Al ser ovovegetariana, no consumo productos lácteos, es decir que no consumo yogures hechos a base de leche. Pero sí consumo los vegetales. Aunque, a veces se me dificulta encontrar algunos que no lleven soja o que no sean demasiado azucarados o artificiales.
Tengo una yogurtera y durante un tiempo he hecho mis yogures veganos en ella, el tema es que no suele quedar muy espesos. La textura es más bien líquida y no me termina de convencer su sabor, además, solo quedan bien con bebida de soja. Intento no consumir soja o reducir su consumo al máximo, ya que comerla en exceso no es muy bueno para la salud y, en mi caso, no me sienta demasiado bien. Cuando la como con cierta regularidad, noto ciertos desajustes hormonales en mi cuerpo, así que prefiero no consumirla demasiado.
Por eso, cuando descubrí esta receta de yogur vegano de garbanzos, me emocioné tanto. Es súper fácil de hacer y solo necesitas garbanzos y agua para hacerla. Es cierto que el proceso es más largo y trabajoso que comprar el yogur en el super o hacerlo en la yogurtera, pero a mí me encanta. Me hace sentir muy bien el hecho de preparar desde cero la comida, de ver qué se necesita, cuánto se tarda, de ver el proceso de transformación, etc. Me parece algo maravilloso.
Cómo se prepara el yogur vegano de garbanzos
Este yogur es facilísimo de hacer, solo necesitas 2 ingredientes y tiene lo mejor de los garbanzos, es decir que tiene un alto contenido proteico, muy pocas grasas saturadas, un alto contenido en fibra y es una fuente de hidratos de carbono de absorción lenta que produce una asimilación gradual de la glucosa. Esto evita que se desequilibren los niveles de azúcar y genera energía constante.
Ingredientes
- 1 taza de garbanzos crudos
- Agua
Preparación
1- Deja los garbanzos remojando durante la noche (o durante, al menos, 8 horas). Para una taza de agua, se necesita aproximadamente 1 litro de agua.
2- Antes de escurrir los garbanzos, llena una taza de el agua donde están y guárdala para luego, que la vamos a necesitar.
3- Ahora sí, escurre los garbanzos y añádelos en un bol un poco hondo. En mi caso, yo utilizo la Vegan Milker de chufamix, que me permite triturar los garbanzos y escurrirlos luego sin necesidad de usar luego la malla para quesos. Para mi, es mucho más rápido así, pero se puede hacer de las dos maneras.
4- Una vez están colocados los garbanzos, hay que añadir el agua. Por una taza de garbanzos, se añaden 4 de agua. Hay que ir poco a poco y no añadirlas todas de golpe. Guarda la última para un poquito más tarde. Cuando hayas añadido las 3 tazas de agua (recuerda que te queda una por añadir aún) empiezas a triturar con el minipimer. Mientras vas triturando, añades la última taza de agua y terminas de triturarlos.
5- Es el momento de colarlos. En mi caso, al utilizar la Vegan Milker de chufamix,es muy fácil ya que solo tengo que sacar el filtro y chafar el polvo de garbanzos que ha quedado con el mortero para extraer el agua que queda. En caso de hacerlo con el paño para preparar queso, se tendría que colar y luego exprimir bien. El resultado es el mismo. El polvo de garbanzos no lo utilizaremos hoy para nuestro yogur vegano de garbanzos, pero lo guardamos y otro día te comparto otra receta dónde lo utilizo.
6- Ahora tienes que añadir la «leche de garbanzos» en una olla y la vas a poner a fuego medio. Hay que ir removiendo todo el rato, para evitar que se vuelva compacta. Una vez hierva, tienes que apagar el fuego y retirar la leche. Verás que la textura ahora es totalmente distinta, es mucho más densa.
7- Verte el líquido en un recipiente o de cristal o de cerámica, nunca de plástico o de metal. ¿Recuerdas el agua de los garbanzos que has apartado? Es momento de traerla de vuelta. Por una taza de garbanzos, necesitarás dos cucharadas soperas de ese agua. Lo añades al recipiente con el yogur vegano de garbanzos, lo mezclas bien y lo dejas enfriar. Mientras se va enfriando, a mi me gusta seguir removiéndolo, ya que así evito que se enfríe por arriba y por abajo solamente. Si lo vas removiendo, se enfriará a partes iguales.
8- Una vez enfriado, tienes que taparlo y dejarlo fermentar de 6 a 12 horas, dependiendo del clima de donde estés tardará más o menos. Una vez pasado este tiempo, lo puedes meter en la nevera. Cuando esté frío, puedes consumirlo como más te guste. A mi me encanta para desayunar, con avena sin gluten, bayas de goji, fruta y coco deshidratado (como en la foto).
Espero que te haya gustado esta receta. Si la pruebas, no olvides hacérmelo saber, ya sea a través de los comentarios o etiquetándome en mi instagram (@m.atram) ¡y así puedo ver cómo te ha quedado!
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